viernes, 10 de julio de 2020

Mundial de escritura Día 10

Escribí esto para el Mundial de escritura hoy.
La consigna era escribir sobre un afiche de una película, contar una historia a partir de eso.

¿Te acordás Gordo cuando fuimos a ver esa película en la que Steven Seagal se moría a los 20 minutos? No es spoiler porque ya pasaron más de 20 años.
Recién la googleé. Se llamaba (se llama) “Momento crítico”. Fuimos a verla un día de semana al cine del Tren de la Costa. Era la época en la que la entrada salía 7 pesos y, los miércoles, 3,50.
No recuerdo mucho la trama, pero había un avión secuestrado. Llegaban Steven Seagal (ya estaba gordo, no era el mismo de Hard to Kill) y Kurt Rusell al frente de un grupo de elite para rescatar al avión. Cuando estaban abordando la nave pasa algo y Steven Seagal cae al vacío. El bueno de Kurt queda al frente de la misión, pero faltaba que se desarrolle el 70 por ciento de la película.
Nos peleamos por culpa del póster de la película, del afiche, bah. El film había sido promocionado como “la nueva película de acción de Steven Seagal” y en el afiche estaba la cara de él a la izquierda y la de Kurt a la derecha. Media cara de cada uno.
Yo me indigné con ese póster. Pero me indigné más cuando vos los defendiste. ¡Al póster! Me decías “si te fijás bien, la cara de Steven Seagal está más al costado, más cortada que la del otro”. Yo, que en esa época era más pedante incluso que ahora, te contesté:
“¡No digás boludeces, Gordo! ¡Son iguales! ¡Es cualquiera, mirá! Agarrá una regla y medilas, y además aunque sea más chica no debería ni aparecer el tipo ese en el póster. ¡Es una estafa!
Todo eso fue a los gritos mientras la gente esperaba en la cola para entrar para ver una nueva función de la película. De esa misma película. Fue como cuando Homero sale de ver “El imperio contraataca” y le comenta a Marge “¿Quién hubiera dicho que Darth Vader era el padre de Luke” mientras se escucha el desahucio de los que estaban en la cola.
Estuvimos peleados meses por ese tema. Vos te ofendiste porque yo te grité en frente de todo el cine y te boludee. Yo me calenté porque no entendía cómo podía ser que razonaras así. Eras un tipo inteligente, me dolía en el alma, amigo.
La película fue tan mala que enseguida salió en video. Me acuerdo mi alegría cuando la vi el estante de Blockbuster, para mi regocijo, le habían sacado la cara a Steven Seagal. ¡En la edición en video habían tenido la decencia de no poner como protagonista a un tipo que se muere a los 20 minutos!
Blockbuster me estaba dando la razón. Te lo fui a comentar al otro día en el colegio, Gordo. Pero vos seguías enojado conmigo. No querías ni hablar del tema.
Dicen que el cerebro prefiere tener la razón antes que ser feliz. Me dejé llevar por la soberbia. Perdoname, gordis. El acto de pedantería fue solo una demostración de mi inseguridad. Necesitaba la aprobación de los demás. La necesitaba encarnizadamente.
Los adolescentes somos así. Hoy estoy arrepentido de haber hecho lo que hice. Si pudiera volver el tiempo atrás no lo haría de nuevo. Te la dejaría pasar. En mi cabeza estaría diciendo “¡Qué ridiculez!” pero en mi corazón estaría pensando que eso no es lo importante.
Estaba viendo también que la película está en Netflix. Hoy a la noche la veo y mañana te llamo para pedirte perdón, 20 años después.

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