jueves, 30 de abril de 2015

Notas para cuando escriba novela

1. Tener en cuenta cómo habla y se comunica la gente. Vicios de casi todas las películas: Teléfono. marca número. "Hola, ¿cómo estás? Sé que hace mucho que no hablamos pero quería invitarte al lunes a mi casa, ¿venís? ¡No! La gente común no se comunica así en 2015.  No marca números  ni habla por teléfono. Manda mensajes por mail (si es un contacto menos frecuente) o por WhatsApp (si es más freco) o por Facebook. Whiplash, una buena película, indigna en ese sentido.
2. Nada de "Gonzalez, por favor venga a mi oficina que le quiero comentar algo". ¡No! En las oficinas de 2015 la gente no se trata de usted ni por el apellido. Entiendo que las publicidades deben manejar estereotipos pero la imagen que la gran mayoría de la gente tiene de una oficina ya no es más la de tipos con corbata haciendo cuentas en una calculadora gigante y anotando en un papel y que no se tutean. No estamos más en el 84, por favor.

miércoles, 29 de abril de 2015

Mi relación amor odio amor con Mad Men


Don Draper me tiene las bolas llenas. Pero siempre termina sorprendiéndome.
Mad Men es la mejor serie de la historia. Mad Men es la serie más aburrida de la historia. 
No creo que sea el único, ni pienso tampoco que Mad Men sea la única serie que fastidie a sus fanáticos, pero desde que empecé a verla tuve mis encontronazos histéricos. 
La primera vez que escuché hablar de ella fue en 2008, cuando el jefe de mi jefe dijo que estaba viendo una serie nueva sobre una agencia de publicidad en la década del 60 en New York. "Yo empecé a trabajar un algunos años después de eso pero muchas cosas cosas eran así. Se podía fumar y tomar en la oficina y hasta el más raso de los asistentes tenía su secretaria", contaba en inglés. Al tiempo ya se había empezado a hablar de Mad Men acá y me bajé algunos episodios. Ya iban por la segunda o tercera temporada. 
Seguí disfrutando de Mad Men durante un tiempo. alternando con Lost en simultáneo. Lost era puro vértigo. Mad Men era un bálsamo costumbrista de buenas historias y actuaciones. Un día terminó Lost y al poco tiempo concluyó la tercera de Mad Men. Eran los albores de este blog y lo lloré por acá.
Lo que pasó después fue lo que me hizo fastidiar un poco más. Los hiatos entre una temporada y otro fueron cada vez más largos e insoportables. El esquema de historia sórdida se fue repitiendo mucho y lo que más me gustaba de la serie que eran las referencias en paralelo a acontecimentos históricos (Rolling Stones, Hombre en la luna, Ali-Frazer) que en las primeras temporadas eran bastantesse fueron retaceando hasta casi desaparecer. Y no estaba Lost para contrarrestar y darle un poco de frivolidad. Estaba Breaking  Bad, peor (acá, acá y acá). Porque tenía ritmo y profundidad a la vez. 
A su vez, mis predicciones, esperanzas no se cumplieron: que Sally Draper si iba a convertir en hippie (sí lo hizo Margaret Sterling). 
Desistí un tiempo y abandoné a Don. 
El otro día decidí darle una oportunidad nueva. 
Y me puse a ver la séptima temporada completa.
Al principio puteé un poco, pero después me gustó. Y sigo enganchado. 

viernes, 24 de abril de 2015

La prueba 2015

1981 Papá


2015 Joaquina


#mundomejor tacho verde


Después de que Pedro haya reclamado por octava vez el tacho verde y de que en el departamento en donde nos mudamos haya un espacio especial para dejar la basura seca tuvimos que comprar ese cesto.
Se pierde más tiempo lavando tachitos, frascos, envases.
Pero vale la pena, creo.

#mundomejor de las buenas

A fines de 1997 tuve que ir a la boletería de los cines del Tren de la Costa de San Isidro cuatro horas antes de que empezará Avión Presidencial para sacar entradas para la función de la noche, la más convocante. Con las instrucciones que había recibido en casa miré a los ojos al boletero, le mostré desplegados seis billetes de 10 pesos y le pedí seis para Avión Presidencial a las 11, "de las buenas". La entrada salía 7 pesos así que no hubo vuelto. Y a cambio recibí los papeles con las mejores ubicaciones, las del medio, que en el plano de la sala de cine no existían.
Mucho tiempo después, para mi sorpresa, sacando las entradas online  (lo conté acá) descubro que todo es mucho más fácil ahora. Se puede elegir la película y la ubicación, claro, pero también la promoción 2x1 del banco y la forma de pago. Y con eso caer 5 minutos antes, igual que cuando fuimos a ver la de Harrison Ford hace 18 años, pero mucho más fácil.


viernes, 17 de abril de 2015

#mundomejor ¿cómo se llamaba?


El sábado pasado estábamos haciendo memoria sobre cómo se llamaba la panadería que quedaba a la vuelta de nuestra antigua casa. No podíamos acordarnos.
Algunas de las frases que resonaban eran;
-"Era un nombre de ciudad, estoy seguro".
-"Pero eran dos palabras".
-"Ya sé! Las Victorias"
-"No, esa es otra, la que queda en Talcahuano"
La duda me carcomía el cerebro. Sabía que no podría dormir esa noche si no averiguaba cómo se llamaba ese maldito negocio. Pensé, incluso, agarrar el auto y manejar las 12 cuadras que nos separaban sólo para poder tener ese nombre en mi cabeza y dejar de pensar en él. Hastá qué, eureka, Google Maps > Street View > Santa Fe y Azcuénaga > Confitería Del Valle > fin de la duda.
A menudo también sucede algo así con canciones que no me acuerdo. La respuesta: googlear parte de la letra. O cuando escucho canciones en la radio que quiero anotar su nombre: Shazam.
O en actores, o en películas, o programas de televisión. Todo lo que nos pasó a nosotros en ese sentido de no poder acordarnos su nombre ya le pasó a alguna otra persona.
Eso de no poder dejar de pensar en una cosa porque no nos acordamos.su nombre en la era de internet ya (casi) no existe más.


jueves, 16 de abril de 2015

#mundomejor semáforos


Hace más de cinco años, cuando recién empezaba a relatar aventuras en este blog publiqué un post sobre semáforos. Empezaban por aquel entonces a florecer en la ciudad las luces de tránsito con temporizador de cuenta regresiva.
Postee incluso un video que ilustraba el funcionamiento del semáforo peatonal de MT y Callao, uno de los pocos que había en Buenos Aires todavía entonces. Ahora los semáforos con la leyenda que dice cuánto tiempo real falta para que corte y que nos permiten calcular si cruzamos o no son algo común.
En algunos lugares, San Isidro por ejemplo, los semáforos tienen un cartel en el travesaño con la cantidad de tiempo que falta para que termine el rojo. Todo una conquista para los ansiosos, que somos casi todos.
La cuentra regresiva y los semáforos inteligentes no solucionan el tema del tránsito pero sí varios problemas que antes teníamos y ahora ya no más.

  • ¿Cruzar o no cruzar? Con el hombre que titila no alcanza, pero una cuenta franca de cuánto tiempo falta para que cambie la luz ayuda mucho mejor a calcular si nos mandamos o no.
  • Esperar es más llevadero. En los cruces con varios cambios de semáforos, el cartel que anticipa cuánto falta hace que la angustia por saber lo que falta para que llegue nuestro turno para pasar se mucho menor. 
  • Orden. Con más información en los semáforos para automovilistas y peatones hay menos caos en los cruces y, por qué no, menos accidentes.


lunes, 13 de abril de 2015

#tecnologiaenelfuttbolya


Lo que pasó el otro día en el partido entre Arsenal y Velez es patético.
Con el reglamento actual, no es posible usar la tecnología. OK,
Pero la tecnología era la que permitió que se haga justicia (no fue mano, no fue penal y el jugador estaba mal expulsado) OK
Pero el reglamento no permite valerse de la televisión para tomar esa decisión justa, así que la decisión justa fue ilegal. OK.
Al final todos pierden. OK
Déjense de joder y cambien el reglamento ridículo de un juego inventado en la época en que la gente se movía a caballo.