jueves, 19 de septiembre de 2019

Querer y nacer en un día no-laborable

En el quirófano del Hospital Alemán a la mañana de ese lunes semi feriado (día no laborable, le dicen) había una vieja radio negra. El aparato sintonizaba Aspen 102.3, la radio de los clásicos. Alrededor de las 11 sonaba "Carrie", una power ballad de la banda sueca Europe que fue hit en los 80s.
Guillermo Lobenstein, de buen humor, celebraba: "Uy mirá, va a nacer con Carrie". La canción habla de un amor y desamor. Con ese tema Europe consiguió perpetuar su legado y escapar a la maldición de los One Hit Wonders. Su tema más popular, editado en la misma época, es "The Final Countdown".
Guadalupe no nació con Carrie.
Todavía no era su tiempo. O sí. O no. Ya veremos.
Agus había llegado al hospital con panza y cálculos en el riñón. Otro día les contaremos lo que pasó antes de ese 19 de agosto a la mañana. Por ahora, vale recordar que las contracciones empezaron a la madrugada y a las 5.23 me llamó para avisarme que Vladimir, el obstetra de guardia, le informó que efectivamente eran contracciones de parto. A las 6 llegué al HA y a las 8 nos llevaron a la sala de parto.
Ahí nos recibió Yudith, la partera. Igual que en el parto de Pedro y en el parto de Joaquina había 10 personas en la sala, de las cuales yo era el menos importante.
Yudith, la Partera
Silvia, la enfermera
Lobenstein, el obstetra
Daniela, obstetra residente
Nora, la anestesista
Analía, médica neonatóloga
Enfermera de neo cuyo nombre no retuve
Agus
Guada
Y yo
A las 10 llegó Lobenstein. Sus chistes rebotaban por toda la sala. Le seguíamos la corriente, pero en realidad nosotros estábamos nerviosos.
Hacerse el canchero en un parto solo porque sea el tercero no era algo que nos salía naturalmente.
La anestesia peridural de Nora había prendido bien.
El parto se retrasaba. "En mi experiencia de más de 30 años, en los terceros partos hay solo dos opciones: o salen enseguida o se re hacen largos", comentó Yudith con sapiencia. Como el caso se tildaba en la segunda opción todos nos quedamos esperando. Lobenstein se fue a tomar mate y nosotros nos quedamos hablando con Daniela sobre su residencia. Le preguntamos cómo eran las guardias, cuántas veces por mes tenía que estar en el hospital, qué aprendía y cómo elegía la especialidad. Tenía unos anteojos redondos grandes, parecidos a los que ya habíamos visto en otras médicas jóvenes del hospital. Le preguntamos si estaban de moda. "No sé", contestó tímida.
Volvió Lobenstein, pasadas las 11 se tomó la decisión de que el parto avanzaba, lento pero avanzaba.
Llegó el momento de empujar. Yudith coordinaba, Agus empujaba.
"Esta quién es, ¿Cindy Lauper?"
En la radio sonaba "Toy Soldiers", otro hitazo de los 80. La canción no estaba cantada por la excéntrica rubia de "Girls Just Wanna Have Fun". El tema es interpretado por Martika, una artista estadounidense que tuvo su momento de gloria en los 80s también y habla sobre la historia de una persona que está intentando recuperarse de una adicción a las drogas. Muy triste.
Guadalupe nació con "Toy Soldiers" de fondo a las 11.40.
La beba salió linda y sucia, con el cordón enredado entre la cintura y la pierna. Agus se la puso junto a ella y nos sacamos una foto.
Analía la llevó al recinto contiguo en donde se le hacen los primeros estudios y ahí nos dijeron lo que ya sabíamos y todavía no conté.
Guada era prematura. Tenía fecha de parto para el 21 de septiembre. Hoy cumple 1 mes y todavía no debería haber nacido según el cálculo. En cambio, eligió conocer el mundo en la semana 35.
Por eso, el único destino de esa beba esa mañana de agosto podía ser la sala de neonatología del hospital.
"Neo" sería el hogar de Guada durante sus primeros ocho días de vida. Allí nos pasamos yendo y viniendo, compartiendo tiempo con otros padres y bebés (algunos que habían nacido en la semana 20, con menos de un kilo de peso), con enfermeras, extrañándola a la noche.
Sobre neo tenemos mucho para contar, probablemente en otros posteos.
¿Qué pasó con Pedro y Joaquina? Boyaron por las casas de los abuelos entre el sábado y el martes. Se portaron como grandes que son. Cuando se vinieron conmigo a la mañana hablamos sobre cómo tenían que ayudar. En neo nos dijeron que los chicos tenían que cambiarse la ropa y bañarse cada vez que llegaban a casa.
Guada tenía que estar entre algodones, al menos las primeras semanas.
Ahora pasó un mes. Comió, engordó, vivió.
Hay que celebrarlo!