miércoles, 29 de junio de 2011

#apedrolegusta


  • Arrancar las ballenas de goma con sopapas de la pared del baño mientras los padres intentamos lavarlo

  • Jugar con globos, aplastarlos, chuparlos, empujarlos, estrujarlos; hacer todo eso sin la conciencia de que pueden estallar y asustarlo mucho

  • Saltar en su Jumpster, sobre todo cuando le gritan "saltá! saltá!"

  • Gatear hacia lo prohibido; hasta los enchufes, básicamente

  • Comerse la piola de la cámara de fotos; morderla con los dientes fuertemente para impedir que se la saquen

  • Chupar cables, sobro todo los de la computadora. Esos con entrada USB que conectan a las cámaras, discos, etc al puerto de la notebook

  • Chupar cinturones, carteras y otros elementos e cuero

  • Meter la mano en el plato de comida cuando los padres se distraen y lo tiene a su alcance

martes, 28 de junio de 2011

Otra lata que desaparece


Primero se llevaron a la lata de Nesquik. Ahora, hace ya un tiempo que no encuentro en el supermercado a la simpática lata de Polvo para hornear Royal. La extraño. ¿Alguien sabe qué fue de ella?

viernes, 24 de junio de 2011

Quarterly Report


  • Peso: +\- 10,2 kg
  • Altura: +\- 72 cm
  • Pelo: rubio, ya casi se puede peinar
  • Ojos: marrones
  • Nariz: respingada, chiquita
  • Dientes: más de 8, y siguen cortando
  • Orejas: dumbescas
  • Cachetes: rechonchos
  • Panza: redonda
  • Brazos: rechonchos
  • Manos: grandes
  • Pies: grandes, talle 20
  • Sueño: bien, casi ya no se pasa a la cama, pura cuna
  • martes, 21 de junio de 2011

    Otra cachafazeada


    La noticia no es nueva. Aparentemente, El blog de los alfajores (?!) tuvo la primicia el martes 26 de abril. Por mi parte, yo recién lo descubrí el viernes pasado cuando fui a comprar un agua en el chino de en frente de casa. Mientras hacía la cola para pagarle a Li, un remolino enigmático me hacía entrar en trance y me retrotraía a 1989. Cuando pude volver a tomar control de mi cuerpo me di cuenta de que lo que estaba viendo era un alfajor El Cachafaz Mousse en un envase excesivamente inspirado en el viejo y desaparecido Suchard. Los cachafaces, quienes gustan jugar con los límites del benchmarking, ya hicieron lo propio con los clásicos alfajores marplatenses en su momento e inventaron la categoría "Falso Havanna". Después fueron por el alfajor de arroz y ahora le toca el turno a los de mousse. Personalmente, a mí nunca me gustaron mucho los Suchard. Disfrutaba del relleno de mousse suave pero no me atraía el concepto de tapa dura. Ahora puede ser que los pruebe y hasta que me deleite con un Cachafaz Mousse, pero no le voy a perdonar ésta a la marca que hace del misterio su mejor estrategia de marketing.

    sábado, 18 de junio de 2011

    Hallelujah

    Por primera vez, me siento identificado con un comercial del Día del Padre.

    Me divierte el spot de Telefé. Y la música es buenísima. Aparentemente es una adaptación del tema "Hallelujah", de Leonard Cohen:

    Cuando lo escuché me gustó mucho y me di cuenta de que ya lo conocía por la versión de Shrek:

    miércoles, 15 de junio de 2011

    Barbero's


    Cada 2, 3,4 o hasta a veces 5 meses me toca pasar por Barbero's, uno de esos lugares detenidos en el espacio y en el tiempo. Cuando entro allí no sé si estoy Villa María, en Gualeguay o en Recoleta; no sé si es 1987, 1994 o 2011.
    Barbero's es un salón masculino (?!), o al menos así se presenta a través de las doradas letras cursivas que coronan su vidriera ("Estilistas: Caballeros-Niños", aclara también ahí). Lejos del glamour de las peluquerías modernas, en donde resuena la música electrónica y las barra de tragos son casi más imprescindibles que los propios coiffers del lugar, Barbero's podría ser una locación perfecta para una de esas películas patéticas del cine nacional que pinta la vida dudosa del argentino de clase media-media. Tiene todo lo que el director del film pediría, a saber: sillas de caño negras con tapizado de cuerina, plantas artificiales, cuadros con motivos de paisajes alpinos decoloreados, pizarra de precios negra con letras blancas intercambiables, un televisor de tubo de 14" colgado de un soporte en una esquina, revistas del corazón de dos años de antigüedad promedio y, por supuesto, espejos, muchos espejos y los utensilios de cualquier peluquero.
    Atendido por sus propio(s) dueño(s), describir a ese personaje requeriría un párrafo aparte. Como no cuento con mucho tiempo para explayarme, lo resumiría así: hombre amable de unos 60 años, cabello quieto por el fijado, ropa vieja, no sé su nombre. Pero sí sé que mientras aplica el corte hace muchos comentarios para entrar en empatía que me resultan poco interesantes y sacan el hermitaño que hay en mí.
    Por lo demás, a pesar de todo, disfruto metiéndome cada tanto en Barbero's y entregándome a la experiencia. Aunque si este hombre lee esta entrada no sé si voy a animarme a volver. Como ya anduve por ahí este martes, tengo 2,3,4 hasta 5 meses más para decidir dónde entrego mi pelo. En caso de que no me anime a volver, aprovecho para decir: gracias Barbero's, por todos estos cortes con maquinita, nivel 6.

    lunes, 13 de junio de 2011

    Pajaros enojados

    Estos bichos se han vuelto una obsesión. No puedo parar de matar cerdos y avanzar niveles.

    El mejor juego, el dólar mejor gastado...

    martes, 7 de junio de 2011

    Tenemos que tener Quiero!


    Sábado, 11.43 pm. Subimos a la Panamericana con el auto -altura Pilar, sentido Capital- y la aguja del tablero apunta hacia la parte roja (naranja, en realidad) avisando que queda poca nafta.
    Sábado, 11.48 pm. Peaje. La aguja sigue adviertiendo que hay que cargar combustible. Dilema: ¿Paramos ahora o aguantamos hasta mañana?
    Sábado, 11.53 pm. Panamericana, altura 197. Está bien aguja, vos ganás. Voy a parar ahora. ¿Me salgo de la autopista para cargar? No, momento, hay una estación al costado del camino más adelante. Además, si espero a que se hagan las 12 tenemos el descuento del banco del 10% en combustibles los domingos.
    Sábado, 11.57 pm. Llegamos a la YPF de Debenedetti y Pamam. La aguja insiste ya ganó la pulseada. Calculo que entre que cargo y pago se harán las 12 y vamos a poder disfrutar del jugoso descuento. Primera mala noticia: el playero, desde el otro lado del vidrio, hace gestos inentendibles. Bajo la ventana para ver qué quiere decir el mono y escucho: "Sólo Premium", una constante por estos días en donde conseguir súper-común es más complicado que tomar sopa con tenedor. No importa, pienso; con el descuento del 10% compensamos la diferencia.
    Domingo, 12.02 AM. Terminamos de cargar, entrego la tarjeta, firmo y seguimos viaje. El reloj del auto indica que la operación se realizó a la perfección. Pero cuando guardo el comprobante descubro que, según el Posnet de la estación, la transacción de Visa Electrón se realizó a las 23:58:07 del sábado. Miro para adelante, suspiro resignado y no dejo de pensar en el insoportable comercial de Banco Galicia. ¿Funciona el marketing? No lo sé, pero yo quiero poder usar el descuento cualquier día, como el nabo de Marcos.

    viernes, 3 de junio de 2011

    Listas que nunca hice

    40, 41, 42, 43... las puertas del ascensor, que se había detenido imprevistamente segundos antes, se abrieron en el cuarto piso. Pegué un salto desesperado hacia tierra firme. Era el cuatro y, aunque iba al ocho, sentí alivio antes que nada.
    No tuve mucho tiempo para desesperarme porque el parate abrupto duró menos de lo que tardé en ubicar el botón de la alarma en el tablero (nunca lo encontré, a decir verdad), revisar si tenía mi celular en el bolsillo -sí, estaba- y debatir cómo proceder.
    Sucedió hoy por la tarde y fue mi primera vez. Mi debut. No importa si pude salir por las mías o rescatado por los bomberos. :Quedarme atrapado en un ascensor es un casillero que ya puedo tachar, o tildar, o marcar con una cruz en una hipotética nómina.
    No tengo hecha la lista de las "Cosas que nunca me pasaron (o cosas que nunca hice)" pero sí está dando vueltas en mi cabeza hace mucho tiempo. También está la lista "No me muero sin", la lista "Viajes" y otras tantas listas improbables.
    Aunque no puedo calificar mis 40 segundos de incertidumre como una experiencia límite ni decir que adquirí un nuevo respoto por la vida sí prometo ahora empezar a hacer esas malditas listas inútiles que tanto me gustan.