lunes, 29 de febrero de 2016

Octavo año bisiesto

Mientras Facebook me obliga a postear algo para celebrar el 29 de febrero yo me resisto y vuelvo acá para recordar, además, que el blog ya cumplió 6 años (nació el 6 de febrero de 2010).
Este es mi octavo 29 de febrero y en esta entrada del 2012 dije recordar lo que había hecho en casi todos los 29s de febrero. Ahora, gracias al blog, lo tengo registrado. Allá nos vemos, en 2020. Hasta la próxima, 29/2.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Los penales de Messi

La primera vez que escuché hablar de Lionel Messi fue en el Mundial Sub-20 de 2005 en Holanda. Seguí bastante ese mundial y una de las cosas que más recuerdo es a ese pibito que era muy diferente y ya todos decían que iba a ser crack. Y sobre todo me acuerdo de los penales que pateó en la final contra Nigeria. Miraba para un lado y pateaba para el otro.


Seguramente Messi repitió esa maniobra en algunos de los 65 penales que pateó en su carrera, pero de eso no tengo tanto registro. 
Claro, hasta el domingo pasado cuando pateó el penal indirecto: 
He comentado algo sobre penales en este blog, siempre haciendo campaña para que se suprima la regla del fusilamiento desde los 12 pasos por un mucho más interesante mano a mano contra el arquero, alla hockey sobre césped. 
Pero el penal que me acuerdo siempre es el que pateó Jony de La Champions Liga en la definición contra Hay Equipo, 2012:
https://youtu.be/A3FcSoNyHKo?t=2m22s


lunes, 15 de febrero de 2016

#inflacion Una ensalada en el Puerto de Punta del Este, más barata que en Microcentro

Vacaciones: tomar nota del momento en el cual la distorsión de precios hizo que una ensalada para llevar en Ártico, un restaurant de Fast Sea Food (sic) emplazado en el margen sur del Puerto de Punta del Este cuesta 120 pesos uruguayos (a cambio rápido, 60 pe), Más barato que la mayoría de los lugares medio pelo y pelo completo de la zona en donde trabajo.
Para contribuir a la indignación: allí donde hay Lamborghinis, Porches y Ferraris estacionadas en la puerta vende ensaladas más baratas que un local de mala muerte en San Martín y Tucumán.
Te odio, Microcentro. Con toda mi alma.