domingo, 19 de abril de 2020

Curentena Día 34

Ya no me gusta tanto salir. Dejó de ser mi válvula de escape. El costo de estirar las piernas es muy alto. Lo que más me molesta es desinfectar toda la compra. Pero también me rompe las pelotas tener que usar barbijo.
Además, la gente está de mal humor en los locales. En los supermercados más grandes es sólo sensación. Pero en el Carrefour Express de abajo es información. Charly, el que más habla, putea porque no les dieron el bono que esperaban. Gaby, la gerenta, se queja de todas las medidas que tienen que tomar. Marcelo, el más adulto, dice que ya todo es cualquier cosa. Hoy a las 11 no podía abrir porque su compañero no llegaba "y nadie le dice nada, qué le vas a decir".
Sebas, otro de los que trabajan ahí, no está viniendo. Se murió su hermanito. De cáncer. Me contó todo el lunes pasado, la operación, que tenía sólo 13 años, y que lo habían operado y estaba en coma. De cómo estaban sus padres y su otro hermanito de 14. "No vengas", alcancé a decirle torpemente. "Ya me tomé unos días la semana pasada, si sigue así mañana le aviso a la gerenta que me quedo en casa". Hoy Marcelo me confirmó el fallecimiento.
Volví a armar el rompecabezas. Vamos a ver si podemos terminarlo antes del 12 de mayo, por decir algo.
Los chicos juegan y hacen cartas. Agus limpia y lava. Guada duerme, come y llora. Total normalidad.
Ayer pude grabar otro episodio del podcast por Zoom. Se me hizo un poco largo, va a haber que editarlo mucho.
La facultad y los trabajos me tienen cansado. Pero estoy contento. Me gustaría tener más tiempo para compartir con Agus.

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