La fecha verdadera en la cual Marty McFly y el Doc Brown llegan al futuro es Octubre 21, 2015. Para celebrarlo estoy escribiendo 30 posts con 30 reflexiones sobre el futuro según Volver al Futuro (Volar al Futuro, para Pedro). Durante las últimas semanas revisité esos 34 minutos de la segunda parte de la saga; los únicos en donde realmente viajan al futuro incierto por aquel 1985, un poco más cierto para este 2015. Mucho se ha escrito sobre el tema, pero esta visión es la mía. El objetivo es llegar a las 4.29 PM del miércoles 21 de octubre con todo posteado.
De lo que más posteé en estas reflexiones fue sobre la moda. Acá sobre el uso exagerado del flúo, acá sobre los chupines, acá sobre la excesiva confianza en la continuidad del uso de corbatas, acá sobre las zapatillas autoajustables que seguimos esperando pero que son muy parecidas a las botitas que hoy se usan y acá sobre la moda de usar los bolsillos afuera, que no existe como tal pero que sí ve en los cortísimos shorts de mujeres.
Todo esto para llegar a la conclusión, tal vez obvia para quien estudia el tema seriamente, de que la moda es mucho más conservadora de lo que creemos. Pasaron 30 años, un montón, y la manera de vestir es mucho más parecida a lo que se presumía en los atrevidos 80s que sería. Tal vez no se usen corbatas para ir a trabajar, pero en la calle la vestimenta casual es mucho más parecido a lo que es. Otras áreas, la tecnología por citar un ejemplo muy claro, han cambiado de una manera vertiginosísima, cosa que sí es retrada en la película con más o menos aciertos. Pero la moda, algo que por definición intenta ser revolucionaria, es muy proclive a mirar atrás, mucho más que adelante. Para ser honesto, no es la moda, sino el hombre que la aplica, quien no cambia.
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