Esta semana releí las historias, los datos (la mayoría de ellos inútiles), sobre su descubridor, sobre la chica que propuso su nombre, sobre los materiales que está compuesta su superficie, todo.
Lo que más me llamó la atención del proyecto es la velocidad que alcanzó el New Horizons (61.722 km/h) y el dato de que después de tanto viaje hasta el planeta enano y con tanta expectativa puesta en conocerlo el aparato disparó el flash, tomó un par de medidas y siguió su ruta por la galaxia a esa impresionante velocidad. Me hizo acordar a cuando fuimos de viaje con el colegio a Península de Valdez: 1500 km, ahí está la ballena, fotos, fotos, fotos, listo, sigamos.
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