La Copa América me sirvió a mí para darme cuenta de que esos verduleros simpáticos que tienen su surtido local en la cuadra de casa y a los cuales casi todos los días visito para llevarme algo no son bolivianos sino del otro lado del altiplano, o sea, peruanos.
¿Cómo me di cuenta? Porque los escuché ayer hablando del partido de esa noche. "¿Pero si Bolivia ya se quedó afuera de la copa?", yo pensaba para adentro, pero ellos seguían hablando excitados y nombraban a jugadores... de la Selección peruana.
Listo, son de Perú. No cambia mucho la vida, pero es un dato para tener en cuenta.
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