jueves, 11 de noviembre de 2010

Herramienta prostituida

Estaba leyendo casi por inercia una típica entrevista de la sección Personajes de la revista Noticias, en este caso al ignoto actor argentino Alberto Ammann (32) (me parece muy buena la idea de poner la edad al lado del nombre en las notas).

Las letras fluían de manera intrascendente y con mucha pasividad pasaban las mediocres preguntas y respuestas:

¿Cuál fue el primer contacto con la actuación? (Respuesta aburrida) ¿Qué lo decidió a emigrar? (Respuesta típica) ¿Cómo se explica ese salto del anonimato a protagonizar una película? (Respuesta con anécdota bastante floja)

De pronto una pregunta (o mejor dicho, su respuesta) por fin capturó la atención de una neurona profunda:

NOTICIAS: Siendo hijo de un político, le interesa el tema (es hijo de Luis Alberto Ammann, ex candidato a presidente por el Partido Humanista).
AMMANN: Muchísimo (sin dudar). La política es la herramienta más prostituida, pero la única que podemos utilizar para acercanos, con todas sus dificultades, a una posibilidad de cambio organizado.

Sin quererlo y sin esperarlo, la frase me dejó pensando.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estaríamos hablando de la política como de una cinturonga que sirve para acercarnos pero si te descuidas te la da por el culo? ...también me quedo pensando!