martes, 9 de febrero de 2010

Semáforos buena onda


Mientras pensaba cómo arrancar un post (¿entrada?) sobre semáforos ?! me dí cuenta de que el tema me interesa mucho. Me acuerdo, por ejemplo, que en Sudáfrica los llaman robots y no traffic light como estaba acostumbrado a conocerlos hasta ese entonces. El dato no es menor si uno está perdido en lugar en donde encima se maneja por el otro lado y le dan indicaciones para llegar al hotel entre las cuales le dicen que tiene que seguir por la avenida y doblar cuando llegue al "robot".

Pero volviendo al tema estrictamente semaforil quería reflexionar sobre estos ejemplares que conocí de grande (estoy casi seguro de que hace 15 años no había ninguno de este tipo, al menos no en Buenos Aires) y que colocaría entre los mejores inventos de la vida urbana. Me refiero a los semáforos para peatones que tienen una cuenta regresiva para orientarnos mejor sobre el tiempo que falta para que cambien a rojo. Creo que son una idea muy inspirada que debería reemplazar definitivamente al insorporatable muñeco que titila frenéticamente y no nos da ninguna precisión sobre cuánto tiempo nos queda para acelerar el paso o bien quedarnos de nuestro lado de la vereda sin correr el riesgo de quedarnos a medio camino cuando al hombrecito se le ocurre clavarse quieto y darle paso (luz verde, más precisamente) a autos, caminones y colectivos apurados y que amenazan contra nuestra integridad aprovechándose de su condición de más grandes y recordándonos que en la ciudad rige más que nunca la ley de la selva.
¡Gracias semáforo con cuenta regresiva! Todas las mañanas hacés que el cruce de Callao sea mucho más fácil.
Pude comprobar que en ciudades como Madrid o Cusco (Perú) estos semáforos abundan en las esquinas. En Buenos Aires, lamentablemente, nos tenemos que contentar con encontrarlos en contados puntos de nuestra capital. Acá va un video ilustrativo que muestra cómo funciona uno de ellos (en Callao y Marcelo T de Alvear). Es el primer video que subo al blog... ¡voila!

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