jueves, 22 de noviembre de 2012

Pequeños placeres

Temprano, muy temprano, en una mañana de enero hace dos años hice click para crear este blog. Dudé mucho y le di varias veces al cancelar hasta que por fin apreté aceptar para pedir el nombre del dominio: unmigone. No fue un nombre elegido con convicción sino más bien todo lo contrario, resignación. Había ensayado otras ideas para bautizar al blog; la mayoría eran frases hechas como "mucho de nada" o "un poco de todo" que -obvio- ya estaban usadas. Finalmente desistí y pedí a Blogger que me deje usar el mismo encabezado que mi dirección de email. ¡Estaba disponible! unmigone no soy yo y sí soy yo. Hay un poco de verdad, algo de exageración y bastante de personaje en lo que digo. A la distancia, creo que fue un acierto haber llamado así a este blog. Pero faltaba algo más porque el blog no era temático; no hablaba de fútbol, de cine ni de autos. Por más de que no quiero promocionar este lugar fuera de mis contactos personales me pareció que hacía falta una bajada para poder darle una coherencia que aglutine a toda una catarata de posts inconexos. Ahí apareció el tema de los pequeños placeres que también surgió de manera natural. "Reflexiones imprecisas acerca de los pequeños placeres" dice el encabezado abajo del nombre. Nuevamente, a la distancia, también fue una buena cosa haber traido a mi mundo esa cuestión. No fueron muchas, sin embargo, las oportunidades en las cuales me encargué de darle un marco teórico a los pequeños placeres. Algo de eso hay en la parte de datos personales que está a la derecha. Allí digo que el blog "busca retratar aquellos momentos efímeros que de alguna manera anhelamos hacer eternos". Sigo estando de acuerdo con la afirmación. Y me ha servido a mí ponerle letras a esos momentos que se diluyen rápidamente para poder seguir disfrutándolos. También dije en el primer post que los pequeños placeres "hacen que la vida sea un poquito mejor". Bueno, un poco pretencioso, pero también está bien la afirmación. No quiero bajar línea ni debatir sobre la idea, pero sí creo cada vez más en los pequeños placeres. La vida es una composición con subidas y bajadas pero ensamblada, cosida a mano por esos momentos finitos. Entrar a la cama con sábanas nuevas o destapar un vino guardado o, más acá en el tiempo, emocionarse con los colores de los jacarandás son eventos que amalgaman esos momentos buenos, malos y los demás. Ahora, en un esfuerzo por ordenar algunas ideas archivadas inauguré una etiqueta ad hoc. PP. P de Pequeño, P de placeres. Todas las entradas que tocan ese tema fueron engrampadas a ese tag. Son 49 hasta ahora. Están acá.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No se trata de pequeñeces.Este blog me lleva a muchos paisajes y pensares y más de una vez, los comparto.
Gracias, Unmigone,Ana

unmigone dijo...

Ana, gracias! un beso