Un poco tarde me enteré de la noticia y un poco más tarde aún la comento. Hace una semanas leí el anuncio de octubre del año pasado en el cual la Academia Nacional de la Lengua Española (ANLE) le contaba al mundo que los ‘estadounidismos’ entran en el Diccionario de la RAE. La movida incluirá incorporación de palabras con todos los niveles de polémica. Desde los más obvios y lógicos email (correo electrónico), rentar (por alquilar) hispanounidense o simplemente latino (designación común a los hispanounidense) hasta los para-mí más polémicos: billón (mil millones), trillón (mil billones) y parada (desfile). En el medio están algunas que a nosotros no nos cambian la vida pero se ve que a los yanquis sí: bagel, pretzel, departamento (por la agencia gubernamental), paralegal (asistente de abogados).
Hay una realidad innegable que se impone y es que Estados Unidos es el segundo país hispanoparlantes. Con 55 millones de personas que hablan la lengua de Cervantes allí, sólo México supera en cantidad de habitantes a la también primera potencia económica mundial. En ese sentido, es entendible en cierta medida que así como los españoles nos han enchufado la Doble UVE ahora vengan los gringos a convencernos de que un billon en realidad son 1000 millones.
Trabajo en una empresa fundade en Miami cuyo negocio está basado en ofrecer servicios para el "continente latino": Latam + US Hispanic. Me he pasado los últimos años corrigiendo documentos en donde el billion se traducía como mil millones. Y con una aclaración pertinente en cada caso. En español no es lo mismo decir que la facturación de una empresa es 3,5 Billones que 3.500 millones de dólares. Ahora parece que sí. Habrá que adaptarse, then.
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