viernes, 8 de febrero de 2013

5 grandes momentos en Karate Kid

Recuerdo el primer reproductor de VHS que hubo en casa (circa 1987): un Panasonic traído de afuera que tenía un switch en la parte de atrás para poder convertir a PAL-N el NTSC que portaba de origen. Y recuerdo también la primera película que Papá trajo del videoclub que quedaba en las galerías de madera de San Isidro (no recuerdo el nombre del comercio, pero sí nuestro número de socios 696): Karate Kid 2.
En esa secuela, Daniel San acompaña al Sr. Miyagi a su Okinawa natal para resolver conflictos del pasado. No tengo el recuerdo fresco de haber visto la 2 aquella noche del 87, pero sí muchas veces más después. También de haber ido al cine a ver The Karate Kid Part 3, el desafío final, en el cual Daniel San vuelve a competir en el torneo de All Valley para derrotar con la técnica del Kata a un discípulo del vengativo de Kreesy.
Pero la mejor de todas es la original, The Karate Kid (1984). Tengo desde aquel entonces unos 25 años de Karate Kid encima. El otro día la volví a ver y sigue siendo inoxidable. Por los temas universales que toca (todos tenemos un Cobra Kai que nos acecha, por ejemplo). Tomé algunas notas de momentos fundamentales que más me gustan de esa película y que salen de lo obvio (no está la escena final de la grulla ni la parte de encerar-pulir). El ranking:

5. La fiesta de disfraces en Halloween: Daniel adentro de una ducha para que los Cobra Kai no lo reconozcan (pero Ali sí). Pero no puede contenerse y le hace un practical joke a John: mientras el líder de los malos se arma un porro en el baño, el héroe lo moja con una manguera. Gran disfraz de esqueletos el que le ponen a los malos. Daniel sale corriendo por el medio de la fiesta y detrás suyo todos los Cobra. Lo interceptan en un baldío y le dan una paliza tremenda hasta que llega Miyagi con su ropa de trabajo Ombú y pone las cosas en su lugar.

4. La tregua: Después del episodio en la fiesta, Miyagi acompaña a Larusso al Cobra Kai dojo. Lawrence le marca al inefable Kreese que ese el anciano que los había golpeado anoche. Miyagi charla con el veterano de guerra de Vietnam devenido en sensei y pacta una tregua. El combate se dará en el torneo de Karate de All Valley (todo el valle) de diciembre (era 1 de noviembre). Miyagi pone como condición también que los malos no podrán molestar ejercer bullying sobre Daniel San hasta el día de la competencia.

3. La música suena en la playa: La ochentosa banda de sonido nos da un respiro cuando Miyagi lo lleva a Daniel a entrenar en el mar. Mientras el discípulo hace equilbrio, vemos al okinawense practicar la grulla por primera vez. De fondo suena el theme de la película, compuesto por Bill Conti, un tema épico con reminiscencias orientales que podría usar una novia para entrar a su casamiento.

2. Improvisación en el certamen: Cuando llegan al torneo, Daniel, Miyagi y Ali no estaban anotados. Le preguntan a Miyagi qué cinturón es el alumno y le explican que por ser una competencia abierta sólo se pueden anotar los que portan cinta marrón para arriba. "El muchacho es cinturón negro", contesta el maestro, ni lerdo ni perezoso. En ese instante también le ponen nombree a la escuela: Miyagi Karate Do.
Pero después en la llave del torneo mágicamente se ve el logo del sol naciente al lado del nombre del competidor. Se ve que tuvieron tiempo en el medio para mandar el diseño para que hagan la cartelería.

1. El sanador: Bobby le barre la pierna a Daniel por orden de Kreese, arriesgando una descalificación pero dejando fuera de competencia al finalista. En los vestuarios, Daniel le suplica a Miyagi que le cure la pierna usando el mismo método con el cual le había curado el hombro en otro momento de la película. Miyagi se resiste diciendo que ya demostró valor, pero Daniel San le insiste argumentando que si no esos chicos nunca lo van a dejar de molestar. El entrenador accede y, tras un ritual especial, le aplica una energía especial con el que le calma el dolor y le permite a Larusso salir a pelear en una gamba.


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