martes, 7 de junio de 2011

Tenemos que tener Quiero!


Sábado, 11.43 pm. Subimos a la Panamericana con el auto -altura Pilar, sentido Capital- y la aguja del tablero apunta hacia la parte roja (naranja, en realidad) avisando que queda poca nafta.
Sábado, 11.48 pm. Peaje. La aguja sigue adviertiendo que hay que cargar combustible. Dilema: ¿Paramos ahora o aguantamos hasta mañana?
Sábado, 11.53 pm. Panamericana, altura 197. Está bien aguja, vos ganás. Voy a parar ahora. ¿Me salgo de la autopista para cargar? No, momento, hay una estación al costado del camino más adelante. Además, si espero a que se hagan las 12 tenemos el descuento del banco del 10% en combustibles los domingos.
Sábado, 11.57 pm. Llegamos a la YPF de Debenedetti y Pamam. La aguja insiste ya ganó la pulseada. Calculo que entre que cargo y pago se harán las 12 y vamos a poder disfrutar del jugoso descuento. Primera mala noticia: el playero, desde el otro lado del vidrio, hace gestos inentendibles. Bajo la ventana para ver qué quiere decir el mono y escucho: "Sólo Premium", una constante por estos días en donde conseguir súper-común es más complicado que tomar sopa con tenedor. No importa, pienso; con el descuento del 10% compensamos la diferencia.
Domingo, 12.02 AM. Terminamos de cargar, entrego la tarjeta, firmo y seguimos viaje. El reloj del auto indica que la operación se realizó a la perfección. Pero cuando guardo el comprobante descubro que, según el Posnet de la estación, la transacción de Visa Electrón se realizó a las 23:58:07 del sábado. Miro para adelante, suspiro resignado y no dejo de pensar en el insoportable comercial de Banco Galicia. ¿Funciona el marketing? No lo sé, pero yo quiero poder usar el descuento cualquier día, como el nabo de Marcos.

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