viernes, 6 de agosto de 2010

Sacrilegio futbolero: me hago hincha de River

Me gusta polemizar con la patria futbolera, una tribu cerrada con códigos extraños a la cual definitivamente no pertenezco. Ya me dieron para que tenga cuando activé mi campaña para acabar con el offside en el deporte -supuestamente- más hermoso del mundo, así que acá va otro argumento para que los futboleros ortodoxos me incorporen definitivamente en las filas enemigas.
Dicen ellos que la pasión no se explica, no se compra ni se vende, que se nace de un equipo y se muere con esos colores. Yo nací el 12 de mayo de 1980 bajo el signo de Tauro. No sé qué tiene que ver eso con el fútbol, pero lo cierto es que en algún momento de mi infancia me dijeron "vos sos hincha del Club Atlético Independiente" y yo les hice caso. Será que en ese momento por 1984, el conjunto de Avellaneda estaba en uno de sus mejores momentos. Bochini, Marangoni, Burru, Intercontinental, rey de copas, todo tenía. Un día me dijeron también que los hinchas de Independiente son amargos. No me ofendí ni contraataqué, ¿hay que hacerlo?
Nunca recibí una formación futbolera rígida en casa. No frecuenté los tablones de adolescente, no me arruiné los lunes cuando mi equipo perdía y me salteé varios episodios de Fútbol de Primera. Pero soy argentino y el fútbol me llega por todos lados. Cada vez que pude lo jugué, cada partido importante lo viví como si fuera importante.
¿Puedo uno acaso renunciar a su equipo como quien cambia de sistema de cable por conveniencia? Vamos a ver, me pongo a prueba, entrego mi cabeza para el experimento. A los 30 años todavía espero que falte por lo menos dos tercios de mi existencia en este mundo, así que es un tiempo prudente para desarrollar la amistad con otra camiseta.
Elijo al Club Atlético River Plate porque el timing me parece perfecto para abrazar a la institución de Nuñez (o Belgrano, en rigor la cancha de Figueroa Alcorta es en ese barrio) en la derrota y sin subirme al carro de los vencedores. A pasitos de la promoción, con quilombos internos, una nueva dirigencia y un técnico que me cae mal, me parece un momento adecuado para entrar con perfil bajo por la puerta de los simpatizantes. Es además el club que me queda más cerca de casa, del que tengo más amigos y el némesis de Boca, el club que siempre me cayó peor. Además, ante la inminente llegada de Pedro, espero que -si le interesa el fútbol- pueda inculcarle y acompañarlo en su desarrollo y lo de River me parece la mejor opción deportiva desde el punto de vista institucional. Será lo que será mientras sea feliz.
Para los del rojo, les deseo el mejor de los éxitos en todos sus emprendimientos. Gracias por estos 30 años de éxitos, campañas mediocres y de las otras. Gracias por los Milito, Kun Aguero, Forlán, Gustavo Lopez, Perico Pérez... Por el Independiente del 84 y el del 94, la campaña del 89 y la campaña loca del 2002. Seguiré viendo los partidos con la misma tibia pasión de un extranjero en tierra de futboleros.
A los de River no le pido nada. Ni les ofrezco mucho más que mi cuestionable lealtad y el compromiso de alguien que no entiende mucho de la pasión con la que viven el fútbol los que dicen tener pasión.

19 comentarios:

JLL dijo...

Estas cosas se te ocurren a vos solamente... no sé puede cambiar de club. Te lo dice un hincha de Racing.

nachef dijo...

Buena iniciativa. Podes hacerlo socio a Pedro.

Anónimo dijo...

Unmigone no lo hagas hincha de river se están yendo a la B va a ser un pecho frío como don todos los gallinas.

Mauma dijo...

bien maraca! yo soy de river Y de boca, depende quien juegue mejor

Cholo dijo...

Tiene sentido. Te pasas de un equipo con hinchas amargos a un equipo con hinchas más amargos. Estás profundizando el modelo. Felicitaciones!

Anónimo dijo...

Cholo, esos hinchas más amargos son los que más entradas compraron en el fútbol argentino desde el 2000 hasta la fecha... andá a poner banderas negras mejor

unmigone dijo...

buenísimo. Hasta ahora el experimento viene perfecto. Muchas reacciones motivadas por la rídicula pasión. Y encima algunas de ellas que vienen de gente que no pisó una cancha en su vida. Qué raro que es el fútbol en la Argentina...

Anónimo dijo...

ungui te sigo desde el primer día con el blog, y desde tus aires intelectualoides cuand oescribis me parece que te tendrías que hacer hincha o de kasparov o de Karpov va mas con tu onda, ajedrez.
Cholo excelente tu comentario!!!
Andy

unmigone dijo...

Andy. Sigo tus comentarios desde el primer día. Algunos me cuesta entenderlos ¿A qué te referís con aires intelectuales cuando escribo? Si eso se trata de tratar de ser lo más claro posible para que se entienda lo que quiero decir me hago cargo. Si en cambio pensás en un gordo con saco y pitucones subido a un pedestal dando lecciones de moralina me parece que te equivocás.

unmigone dijo...

Otra cosa. Ajedrez? ¿qué tiene que ver con esto? ¿COn qué onda va el ajedrez?

Anónimo dijo...

Ok, mmm a ver sos una enciclopedia andante, analizas temas que no son comunes, captas la idea?
Pienso en vos y me sale más en un fanático del ajedrez que del fútbol.Fanático es una palabra demasiado fuerte, diría seguidor. Salvo por el prode que armaste, nunca te escuché hablar mucho de fútbol.
Mis comentarios son como mis mails, ungui. Ni yo los entiendo.
Este comentario si lo entiendo eh jajaj
Abrazo
Andy

Juan DLC dijo...

Tengo un profundo dolor. Como dice Francela en ¨El Secreto...¨, uno puede cambiar de domicilio, de ciudad, de mujer... Pero la pasion no puede cambiar. No entiendo como alguien puede cambiarse de club. LLegado un momento, los sentimientos por una camiseta/club ya no pasan por lo racional, sino por lo pasional y por el corazon. Y esas cosas no cambian.
Unmigone, te sigo desde el primer dia, y puedo estar de acuerdo o en desacuerdo con las cosas que escribis ya que normalmente tienen un fundamento en lo racional, experiencia, o investigacion. Este post no te lo puedo entender, porque no entiendo el proceso que hiciste para llegar a este punto. El corazon y la pasion no eligen. Simplemente son.
Saludos,
Juan DLC
Socio Activo Nro: 1-83994-2, CAI.

unmigone dijo...

Andy, el fútbol me encanta. Veo muchos partidos, cuando hay un buen gol grito "golazo" y hasta a veces me quedo viendo el programa de Fantino y los otros siete grasas los domingos a la noche. Pero hay cosas del folclore del fútbol que me parecen ridículas, no las entiendo. Y una de ellas es el tema del fanatismo.
No jodas más con el ajedrez. Jugué muy pocas veces, nunca me enganché.

unmigone dijo...

jeje, estaba esperando tu comentario Juan. Vos eras de River y te pasaste al rojo de chico, pero no tan chico, no?
Tomo la frase de Sandoval-Francella y te la cuestiono en este sentido. Se puede cambiar de casa, de mujer, de auto... podés también cambiar tu nacionalidad y hacerte italiano para no ocupar cupo de extranjero hasta podés cambiar de religión y todo eso no está mal visto. Pero si cambiás de camiseta sos un criminal. ¿Quién inventó eso? ¿Quién dijo que el corazon y la pasion no eligen?
Entrego mi cabeza para que alguien me explique eso con argumentos lógicos.

Anónimo dijo...

ungui, seguís sin entender no era literal lo del ajedrez, ya fue, olvidate. Para caundo una visión migone de la política?

Anónimo dijo...

"La pasión no se puede cambiar" dice Francella. Pero si Ungui no siente pasión por el fútbol o por Independiente, supongo que esto lo exime de esa supuesta cláusula del hincha irracional.
-MM-

Juan DLC dijo...

Gracias MM por adelantarte y explicarle a unmigone exactamente lo que queria. Necesitaria saber algo por lo cual tengas verdadera pasion, y ahi ver si te tira mas la razon o el corazon.
Fui de River (por herencia) hasta la Supercopa del 94´ (10 años de edad). Cuando Pedro tenga 10 años veremos que tan chico es o no para esas decisiones insignificantes para la edad.
Nadie hablo de criminal. Simplemente para mi, es algo imposible. El corazon, en lo que realmente a uno le apasiona o ama, siempre prevalece sobre la razon. ¿sirve como explicacion?

unmigone dijo...

Juan son varios temas los que te tengo responder. No sé si podré cubrir todos.
Primero, lo mejor va a ser que Pedro haga lo que quiera, y que tome las decisiones que quiera. Y si se arrepiente o se dio cuenta de que eligió mal lo mejor será poder cambiar esa decisión y no tener que seguir atado a un dogma o a algo que no lo hace feliz.
No tendría que haberte dicho lo de que eras de River para no tocar la fibra íntima de tu niñez. Está todo bien. Tu caso no es comparable con el mío pero, Dios, qué piedra. Te hiciste del rojo y vino una seca terrible. jjajaj
Y lo que digo de Pedro debería correr para todos. Me apasionan muchas cosas, un montón, en distintas cantidades; algunas más, algunas menos. Y aunque es verdad que a veces el corazón prevalece sobre la razón a veces también puede ser al revés.
La clave detrás de todo esto es entender por qué se puede cambiar de mujer, se puede cambiar de nacionalidad, se puede cambiar de religión pero es imposible cambiar de club de fútbol una vez cada 30 años. Es raro, ¿no?

Anónimo dijo...

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