martes, 8 de junio de 2010

Sobre los barra bravas en el Mundial

¿No es, acaso, algo que pase siempre? Tengo recuerdos bastante claros de todos los mundiales desde el 90 en adelante y siempre he visto que en la máxima competencia del fútbol los barra bravas estaban ahí alentando a la Argentina. Y siempre el financiamiento de los viajes fue bastante poco claro; siempre llegaron hasta ahí uno no sabe cómo y nunca pasó nada. Es más, la Policía Federal siempre viaja con ellos. Los conocen a los barras, los acompañan y los “vigilan” y todos nosotros pagamos el viaje (el de los agente de la Federal seguro).
Lo que pasó este año, me parece, fue una mala estrategia por parte de los barras, un error de cálculos diría. La primera tanda que viajó compartió vuelo con la Selección y, por defecto, con varios periodistas. En vez de jugársela callada cantaron, bardearon y, sin llegar a la violencia, se comportaron como hinchas caracterizados (un eufemismo bastante malo para referirse a los barra bravas, ¿no?). Uno no compone un personaje todo el tiempo. Los abogados no hablan como abogados los fines de semana. Los heladeros no comen helado en sus casas. Los ladrones no se comportan como ladrones cuando están comiendo un asado con su familia. Pero los barras, parece, son barras 24/7. Y en ese viaje además de ganar la atención se dejaron filmar. Y sobre todo llegaron muy temprano al Mundial, en una época en donde no había nada para comentar. Siguieron bardeando, se expusieron nuevamente a las cámaras y sólos se metieron en la consideración de toda la gente. Cuando ya estaba toda la atención puesta en ellos, la otra tanda de barras la embarró más. Aparecieron en Ezeiza con miradas desafiantes, más cantitos y… caretas de Kirchner. No tengo idea si lo que voy a decir es cierto, no tengo fuentes ni las voy a consultar, pero ese último gesto piantavotos –sumada a toda la atención que ya se había puesto en ellos- hizo que se les termine la impunidad. Alguien tiene que haber llamado y pedido que le corten las piernas y no precisamente las del 94, unas piernas mucho más peludas. Resultado del boqueamiento excesivo: deportaciones, controles en los lugares donde están parando, cámaras encima todo el día, custodias policiales para los dirigentes que les iban a dar las entradas, Bilardo saliendo a desmentir su relación para no quedar pegado. Todo por boquear de más, por ser barra bravas en todo momento y no andar de civil durante el viaje.
Estuve revisando por encima notas sobre barra bravas en el Mundial pasado. Me acordaba que la barra de Independiente y los Borrachos del Tablón estaban ahí. En el archivo de La Nación, poniendo “barra bravas” y filtrando la búsqueda entre mitad de mayo y fin de julio (fechas pre y post Mundial) sólo aparecen dos notas. Una de ellas es una apostilla diciendo que los barras de Independiente y River estuvieron en el partido de Gelserkirchen. Nada más. La 12 no viajó a Alemania. Los que sí lo hicieron hace 4 años fueron más piolas que los que volaron hace unos días, que siguen amenazando con que “se pudre todo”, como si con eso fuera a mejorar su estadía en el continente negro.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

excelente post!

Anónimo dijo...

unmigone no te das cuenta esta todo armado es una maniobra politica.
Te falta calle papa!!!
Cartilago Inquieto.

Anónimo dijo...

Es verdad unmigone le esta haciendo la cama el cabezon al pinguino.
Tenes menos calle que Venecia.
Chacho