miércoles, 23 de junio de 2010

59-59


El tenis es un deporte a veces tan ridículo que permite que pasen cosas como estas que, paradójicamente, lo hacen atractivo. ¿Por qué el morbo hace que un partido mediocre que está 58 a 59 sea más divertido de ver que el bodrio de la definición del Grupo C en en el Mundial? El problema, me parece, lo tiene el fútbol.
Mañana sigue y acá fue mi pronóstico: gana Isner 66 a 64.

3 comentarios:

Juan DLC dijo...

Disiento por completo con el comienzo de este post. Diria en cambio, ¨El tenis es tan pero TAN lindo, que nos permite olvidarnos por un rato que se esta jugando el mundial de futbol.¨

unmigone dijo...

Juan, si el partido hubiera terminado 16-14 se estaría hablando de la mediocridad de los dos jugadores que no se pueden sacar ventaja más allá de los saques letales. Superado ese límite, lo que lo hace divertido es ver hasta dónde aguantan, quién se muere primero, como si fuera una pelea en el Coliseo romano. Y tan bien habla mal del fútbol, un deporte cada vez más aburrido para ver; se estaba jugando un partido decisivo del Mundial y preferimos ver un partido de tenis que, por más de que sea en Wimbledon, es apenas de primera semana entre dos del montón. Le sacás el condimento emotivo al fútbol y es un embole, cualquier deporte, incluso el tenis, le gana en atractivo.

unmigone dijo...

Perdón, "también habla mal..." en vez de "tan bien..."