viernes, 23 de mayo de 2014

¿Por qué el fútbol argentino me chupa un huevo?


Primero pensé en el título del post: El fútbol argentino me importa nada
Después lo cambié por uno más violento: El fútbol argentino me chupa un huevo
Y después le puse signos de interrogación a la afirmación y lo convertí en pregunta: ¿Por qué el fútbol argentino me chupa un huevo?
No tengo respuesta.
Pero casi no siento pasión.
¿Cultura? ¿Educación? ¿Herencia? ¿Genética?
El otro día, mientras se empezaba a jugar el partido decisivo para River, mi equipo, pasábamos con el auto por Lugones en el mismo exacto momento en que Cavenaghi le metía el primer gol a Quilmes y allanaba el camino para el campeonato. Había muchos hinchas de River al costado de la autopista. Algunos que llegaban tarde, otros sin entrada que esperaban ver si podían ingresar, otros que estaban ahí para ver qué pasa, supongo. Cuando fue el gol del 9 todos empezaron a gritar y festejar. Y algunos para hacerlo empezaron a tirar cosas a los autos que pasaban: piedras, botellas, zapatillas. Lo cierto es que una de esas botellas voló justo por donde pasábamos nosotros y pegó en el auto, vidrios, ruido, susto, todo junto. Por suerte los chicos dormían en los asientos de atrás.
Mi primera reacción fue salgamos de acá. La segunda, lo digo sin culpa, fue: "Negros de mierda, ojalá ahora River pierda".
¿Por qué? Porque me importa más (mucho) vivir tranquilo y seguro que ver ganar a mi equipo.
River no perdió y fue campeón.
Y yo ni siquiera vi el partido. Tenía previsto hacerlo, pero estuve más ocupado tratando de llegar a casa y viendo cómo quedó el auto, si se pinchó una rueda.
Pensaba en esos fanáticos que dejan (literalmente) la vida para ver al equipo de sus amores. Se bancan colas eternos, palazos, pungas que los roban, y también botellazos a los autos.
"No importa, todo por ver a River campeón", dicen.
No los juzgo, pero tampoco los entiendo.
Y yo no soy uno de ellos.

1 comentario:

PATO dijo...

Leccion: si hubieras visto el partido no solo no se te hubiera roto el auto, sino que hubieras visto a tu equipo dar la vuelta.