lunes, 3 de octubre de 2011

CableVisíón: estafas, errores y disculpas

"No te creo nada, Stella Maris; no te creo a vos, ni a Olga, ni a CableVisión ni a Fibertel". La que escuchaba, tocaya de la actriz que interpretaba a la madre de Dibu, sacaría a relucir su condición de telemarketer de retención experimeintada unos segundos después. Es que mis epítetos en contra de la empresa fueron demasiado lejos cuando la acusé de un delito que ella juraba no haber cometido:

-Me siento estafado. Me siento estafado por CableVisión, por Fibertel, por vos...
-No se lo permito. Yo no soy ninguna estafadora y a mí no me gusta que me traten así.


Todo había empezado un mes atrás, justo cuando se terminó la promoción que nos premiaba con un súper descuento para disfrutar del servicio de cable por un año. Apenas me llegó la factura con el incremento tomé el teléfono soporté la espera sobre la que hay que cabalgar en el 0810 y conseguí hablar con una tal Olga que, ante mi amenaza de dar de baja el servicio, me ofreció extender la promoción por un año más. "Listó", pensé. Había funcionado el rumor que afirma que la mejor manera para hacer bajar el precio del servicio es amanezar con suspenderlo. A estas empresas -dicen- les cuesta ocho veces más conseguir un nuevo cliente que retener uno que se quiere ir. Llevé la teoría a la práctica y funcionó.
Pero al mes siguiente la factura mostró otra cosa. En vez de $169, $256. Traté de mantener la calma, usar la paciencia a mi favor y llamar. Fue bastante difícil soportar la espera en el call center, perder casi todo el horario del almuerzo, tener que dar mi número de cliente y mis datos por lo menos tres veces y someterme a las respuestas de manual de la primera operadora.
Con la segunda, Stella Maris, la historia fue bien diferente. La barra de paciencia estaba en rojo luego de 20 minutos (que parecen 20 horas) de música de espera. Encima cuando salí con los tapones de punta (no era mi intención) recibí resistencia en vez de sumisión.
Así y todo pudimos llegar a un acuerdo. Le pedí siete veces que me garantice que no iba a haber sorpresas en la próxima factura, conseguí un número de gestión, acepté las disculpas por los errores y volví a jurar lealtad a Fibertel-CableVisión, como si fuera el más perdedor de los suscriptores.

1 comentario:

Juan DLC dijo...

Excelente. Llamo y puteo cada seis meses con el mismo argumento ¨¿Como pueden ofrecer y publicar un servicio a menor costo que el mio, que soy cliente hace años?¨ Normalmente me pasan con servicios especiales, y me acomodan la factura. Ridículo... En la voracidad de conseguir nuevas cuentas, no cuidan los clientes fieles que en definitiva somos los que pagamos mes a mes, y su principal modo de recaudación.
Ni hablar si lo tenes en débito automático. Te roban todos los meses, ya que juegan a que no te des cuenta, o te de fiaca reclamar.