martes, 12 de abril de 2011

El futuro que Los Simpsons no vieron

Ayer volví a casa relativamente temprano. Prendí la tele y en Telefé estaban dando Los Simpsons (¿cuándo no?), el episodio de La boda de Lisa. Ese capítulo está seguro en mi Top 10 de la serie animada que me fanatizó tanto durante mi adolescencia. Es de 1995 y casi como que me acuerdo la primera vez que lo vi, en la casa de Champi, un viernes a la noche hace más de 15 años. Era la primera vez (creo) que la historia saltaba al futuro y podíamos ver cómo afectó el paso del tiempo a Los Simpsons. El episodio Empieza con la familia dando vueltas por una feria medieval. Lisa se pierde y termina en una carpa con una bruja que le tira las cartas y le cuenta su futuro. Según la predicción, es el año 2010 y Lisa, de 23 años, conoce a un estudiante inglés de quien se enamora primero y compromete después. No quiero aburrir contando el resto de los detalles por si algún despistado no lo vio; el capítulo puede verse online acá. Pasaron más de 15 años -16 en realidad- desde el estreno y pasó también el 1 de agosto de 2010, fecha en la cual debería haberse realizado la boda. Parece que el tema fue muy comentado en las redes sociales el año padado, trending topic y no se qué más. A mí se me escapó la efeméride y recién ayer le presté atención al dato. Se me ocurrió anotar algunas cosas sobre cómo se presumía en 1995 que sería el mundo en 2010. Como casi siempre ocurre, el principal defecto de la construcción del futuro es que se lo plantea como una exageración del presente. El episodio de Los Simpsons en cuestión no fue la excepción. Hay algunos aciertos, como se señala en esta nota, pero también hay algunas cosas que los guionistas podrían haber desarrollado mejor. No me refiero a las cuestiones típicas del esterotipo del futuro (hombres robots, hologramas de árboles, autos voladores y sonidos de Los Supersónicos), elementos que sí fueron incluídos en el episodio y que entiendo que son guiños y chistes que no tiene sentido cuestionar. Más bien, con la historia ya ocurrida, se trata de ver qué cosas de 2010 no fueron previstas por los hombres de 1995:

  • Por ejemplo, cuando Lisa y su novio inglés se conocen en la universidad pelean por el último ejemplar de Ecosistema del pantano. Se ve una biblioteca llena de libros, pero no se ve ni un Kindle ni nadie parece saber lo que es un PDF, soporte digital que permite multiplicar ilimitadamente las lecturas disponibles de una obra y que hubiera impedido la pugna por la única copia disponible.

  • En otro momento, mencionan a los Rolling Stones y muestran una pared decorada con un póster del "Tour de las sillas de ruedas". Nada de viejos decrépitos; 15 años después, Los Stones siguen de gira, vivitos y coleando, igual o mejor que en 1995.

  • Ccuando Homero levanta el teléfono de la cocina para llamar a todos putea porque Maggie está ocupando la línea. La imagen queda muy antigua. No se ve ni un celular; a nadie se le ocurrió en el 95 que en 2010 todos, hasta Maggie, iban a estar conectados 24 horas a Internet y que, más que colgarse con el teléfono, podían hacerlo también con el chat y a través de las redes sociales.

  • El video-teléfono es un invento que la humanidad esperó por años. En el episodio suponían que en 2010 ya iba ser una realidad. Tenían razón, pero no sospechaban ni por asomo que se llamaría Skype.

  • Bart y Milhouse aparecen como los extremos: un fracasado y un hombre exitoso. Ninguna de las dos situaciones suenan verosímiles. Los dos tienen 25 años y no es una etapa de la vida suficiente como para determinar que un joven que trabaja en demoliciones sea un fracasado o que uno que trabaja en la planta nuclear pueda ser un brillante ejecutivo.

  • Y la última: Se ve una televisión de tubo. La misma que tiene Los Simpson en 1995. Ni un LCD chatito.

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