- Papá, yo quiero ver el oso polar.
- Ahí está el oso polar, en tu cama.
- No, yo quiero ver el oso polar, el del zelógico.
- Eeee, no, buenoo, no podemos.
- Yo quiero ver el oso polaar que hacía noni en el zelógico.
- Pero no podemos, porque el oso polar, eee, se mudó.
- Se muró.
- No, se mudó, se mudó. No se murió.
- Se muró. ¿Y dónde se muró el oso polar?
- Se mudó a Miami.
- El oso polar se muró a Nanami.
- Sí, está cerca de donde están Nacho y Dai.
- El oso polar se muró a Nanami con Nacho y Dai. Y yo fui al zelógico lo vi al oso polar.
- Ah, sí, ¿te acordás qué hacía el oso polar cuando lo vimos?
- Noni.
- Claro, estaba durmiendo. ¿Querés una galletita?
(cambio de tema)
Espero que si Pedro lee esto alguna vez me entienda que no supe cómo explicarle lo que le pasó a Winner. Y que
A) El oso ya no está más con nosotros.
B) ¡En Miami no hay osos polares!
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