Pedro busca a Papá Noel: ilusión y decepción

• Ilusión: sábado a la tarde subimos los cuatro a un taxi. Destino: Parque Navideño de la Ciudad en Parque Thays para que Pedro le pueda entregar su carta a Papá Noel.
• Decepción: La entrada al parque se cierra a las 7.30. Son las 7.31.
• Ilusión: El guardia nos deja pasar igual porque ve la cara de angustia de Pedro.
• Ilusión: Sin perder tiempo, vamos rápido a hacer la cola a la casa de Papá Noel.
• Decepción: Ya no se puede entrar a la casa de Santa. Una empleada amarilla del GCBA no le importan nada las súplicas y esgrime argumentos del tipo "hay que respetar los horarios de la gente que trabaja".
• Ilusión: A pocas cuadras del lugar Papá Noel también atiende. Destino: Patio Bullrich. Encaramos hacia allí.
• Decepción: Ya habíamos ido a visitar a Papá Noel en el Patio los últimos años y a Agus no le gusta ese lugar. Papá Noel, dice, es un viejo malhumorado.
• Ilusión: ¡Papá Noel está allí, hay muy poca gente y todavía atiende!
• Ilusión mayor: Pedro le entrega su carta a Papá Noel y, oh sorpresa, está mucho más simpático que de costumbre.
• Ilusión: Nos sacamos los cuatro una nueva foto con Papá Noel por cuarto año consecutivo.
• ¿Decepción?: La foto salió malísima y con una calidad de impresión horrible.