Hace 10 días que me pica el cuerpo. Por nervios. El cuello, los codos, las muñecas y otras partes. Me rasco, me lastimo, me pongo crema,y me voy a dormir. Al otro día, igual.
La casa es un quilombo. Los chicos se aburren y Guada llora.
Es difícil concentrarse en otra cosa más que en lo mínimo indispensable que en mantener las cosas a flote.
Mientras tanto hay un ejército de pelotudos que toman decisiones por nosotros. Que nos dicen qué hacer, qué no hacer, qué tenemos que pensar lo qué está bien y lo que está mal.
Creo que ya lo dije varias veces, pero todos esos pelotudos se pueden ir despacito a la inmaculada concha de su madre.
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