-¿Cómo definirías a Maradona?
-¿Cuál Maradona? Hay muchos. Hay ocho, nueve Maradonas. Hay un Maradona que jugó al fútbol, un Maradona que alcanzó la celebridad, hay un Maradona hijo que murió cuando murieron sus padres, hay un Maradona padre que se reinventa cada día, hay un Maradona amigo que va recambiando amistad, hay un Maradona efectivo y un Maradona sublime, un Maradona abyecto y un Maradona fenomenal, hay un Maradona de frases inolvidables y hay un Maradona cuyas frases mejor no recordar. Es la suma de todo eso en un solo hombre. Un genio, una maravilla. Fiorito y Dubai. Barro y 7 estrellas. Canillas de oro y letrina. Maradona es el producto de todo eso y además, por las dudas de que me haya olvidado de decírselo, el mejor jugador de fútbol argentino y el mejor de todas las épocas.
-¿Y Messi?
-Messi fue el hijo de su papá y es el hijo también de su
mamá, es el hermano de sus hermanos: Messi es el mejor de sus compañeros, es el
mejor jugador de fútbol del mundo de la actualidad, pero siempre estuvo en el
rol lógico en que la vida lo puso. Por eso, por no haber tenido a lo mejor
alguna necesidad, algún hambre, alguna deuda pendiente, Messi tiene
comportamientos absolutamente tan austeros y lógicos que nosotros los periodistas
lo convertimos a Messi en un personaje que no es y para el cual no está
preparado para ser. Maradona fue el papá de sus padres, el papá de sus
hermanos, el súper amigo de los amigos, el protector de su protegido, mientras
que Messi fue la criatura lógica que nació, se crió, se desarrolló, se
desenvolvió y se consagró dentro de la contención con que un niño puede llegar
a ser hombre.