viernes, 17 de mayo de 2019

unmigone goes Orlando: Magic Kingdom

(esto pasó hace un año)
Desayuno americano. Los chicos no lo podían creer. Pedró probó los huevos.
Salimos con el auto para el área de los parques. Cuando entrábamos por la autopista y el cartel nos daba la bienvenida la emoción de los cuatro corría por la sangre.
El tram se llenaba de gente y no entraba el coche. Lo mismo con el monoriel.
Llegamos a la entrada. Buscamos las tarjetas y compramos pulseras para los chicos.
Llegamos al parque por fin.
Primera foto, acá, con Walt Disney. "Es Roy, su hermano", nos avisa la fotógrafa. No importa.
Fast pass para sacar una foto con Mickey, y después otra con Tinkerbell.
¿Foto con Pluto? Sí, también hubo. El perro de Mickey se ponía el libro de autógrafos en el hocico para firmar.
Caminamos Main Street y llegamos al primer juego; Barnstormer. Joaqui se bajó en la cola para subir. Yo me quedé con ella. Demasiado vértigo. Pedro salió de la montaña rusa junior copado. Agus un poco más asustada.
Fuimos a las tasas y a la calestita. ¿100 dólares por persona para ir a las tasas y a la calesita? Sí. Los chicos igual estaban copadas. También al de Dumbo, ¡dos veces!
Foto con Goofy y Donald.
Conseguimos un buen lugar de descanso: The Circus, lejos del mundanal ruido, tranquilo. Picnic y recarga de baterías.
Por fin llegaron los juegos que valen la pena: Splash Mountain, con Joaquina muy asustada. Lluvia.
Peter Pan's Flight y The Many Adventures of Winnie the Pooh.
Y el tren que da la vuelta al parque. Paseo bastante recomendable.
A la noche, show de fuegos. Happily Ever After.
Todos felices, cansados.

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