Hace tres años me puse un límite de 1000 días para conocer Londres. Sin quererla ni beberla, la presión hizo efecto y xx días después salió
un viaje de trabajo a la capital de UK que después
se repitió al año siguiente.
En el entusiasmo del éxito, decidí redoblar la apuesta y me propuse conocer Berlín en el mismo plazo.
Venció el 24 de agosto pasado, pasaron ya
52 días del deadline y no hay planes ni perspectivas de viaje. A seguir participando. Scheisse.
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